Sueña la ciudad

 

Hemos asistido a la exposición del Palau Robert que lleva por título Sueña la ciudad, cuyo objetivo es poner de manifiesto las ideas que muchos arquitectos y urbanistas tienen para el futuro de las ciudades, pero que a menudo tienen dificultades para mostrar. La exposición busca  mostrar imágenes que ayuden a la gente a imaginar un futuro urbano mejor y fomentar la esperanza de que podemos hacerlo realidad.

Se busca poner de manifiesto los valores que impulsan a las nuevas generaciones. Para ello se han creado tres categorías,  que son el enfoque principal de la exposición:

-       La importancia de cuidar el medio ambiente, que lleva por título Revolución Verde.

-       El impacto de la tecnología, bajo el nombre de Revolución Digital.

-     La trascendencia de la igualdad y la diversidad en esta construcción de las ciudades del futuro, titulada Revolución de la Identidad.

En resumen, esta colección de imágenes y conceptos tiene como objetivo ofrecer ideas sobre cómo podría ser el futuro de nuestras ciudades. Este enfoque optimista es importante y novedoso en la época actual.

 La exposición incluye proyectos de más de treinta despachos de arquitectos y empresas, tanto locales como internacionales. 

En la primera sala de la exposición se muestra una pequeña representación de las ciudades soñadas en el pasado, donde se reflejan los valores de la sociedad de su época: la importancia del orden y la limpieza, la conexión con la naturaleza, el desarrollo industrial, la movilidad rápida, la admiración por los rascacielos como símbolos de progreso técnico y la creciente conciencia medioambiental y ecológica. Aunque no todas estas visiones se hicieron realidad, la mayoría de ellas eran optimistas, confiando en que la tecnología y los cambios sociales mejorarían la vida de las personas en el futuro.

 

 



 

En la segunda sala encontramos una sucesión de conjunto de imágenes de ciudades distópicas del mundo del cine, las series y los videojuegos, que dan una sensación incómoda, incluso utilizando olores a plástico y aspecto sucio. Lo cual se contrapone con los tres temas importantes de nuestra época antes señalados.

Y ya entramos en la sala dedicada a la Revolución verde, que recoge proyectos relacionados con la transformación urbana y la sostenibilidad, destacando el uso del color verde y la importancia de la madera. Se habla sobre la necesidad de hacer que las ciudades sean más seguras y saludables en un contexto de cambio climático y el papel clave de la naturaleza en la estructura de la ciudad. También se mencionan proyectos relacionados con la relación de las ciudades con el agua. La sala incluye instalaciones de musgo natural preservado y un prototipo de torre de madera.

 





 

En la sala dedicada a la Revolución digital la idea predominante es que las nuevas tecnologías están cambiando nuestras vidas y también tienen el potencial de transformar las ciudades. Esto incluye la fusión de realidades virtuales y reales, el uso de datos y la inteligencia artificial para el diseño urbano, cambios en los espacios de trabajo y la creación de nuevos entornos económicos y ecológicos. A pesar de que no están exentas de aspectos negativos, lo cierto es que las nuevas tecnologías son una parte fundamental de nuestro futuro.

Por último, accedemos a la sala de la Revolución de la identidad, que refleja las tendencias del nuevo urbanismo. Así, mientras el urbanismo del siglo XX se centraba en funciones económicas y productivas, descuidando la vida doméstica y las personas, en las nuevas tendencias se prioriza el bienestar y las necesidades de una población caracterizada por la diversidad de sus habitantes, promoviendo unas ciudades inclusivas donde se fomente la convivencia. Además, se busca la adaptación y reutilización de estructuras existentes por razones de sostenibilidad.

La sala final de la exposición es una construcción impactante diseñada y producida ad hoc por TAKK Architecture  titulada En tránsito, jardín para especies migrantes. El cambio climático está causando la migración de personas y especies, dando lugar a la figura del migrante climático. Este proyecto en Barcelona busca proteger plantas como parte de un paisaje futuro, promoviendo una ética ambiental en la ciudad.

 




 

 



En el siguiente enlace encontraréis el detalle de la exposición:

https://palaurobert.gencat.cat/es/exposicions/sala1/2023/somia-ciutat/index.html

 

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